Bueno, pues aquí estoy de nuevo… se me hace raro volver, y más, porque lo hago con algo que no he hecho nunca, que no domino nada, y que no había planeado…mi crónica viajera de Lisboa. Y digo que no lo había planeado, porque precisamente este viaje, ha sido diferente a todos los demás por eso mismo…normalmente los organizo al milímetro, tratando de no encorsetar la libertad de movimiento, pero sí programando todo lo que hay que conocer y ver en una ciudad…las semanas previas me estudio el destino de cabo a rabo, y no se me queda absolutamente nada por detrás, pero este viaje, ha sido todo lo contrario…pensando que tenía que trabajar en Semana Santa, no hice ningún tipo de plan, pero a última hora, pude sacar el trabajo adelante, y quedándome libres los últimos cuatro días, me lancé como una loca a elegir destino vacacional.
Elegí Lisboa primeramente, por cercanía, no quería llevarme la mitad de mis vacaciones viajando, la verdad…segundo, porque era un destino que tenía muchas ganas de visitar, lo había hecho de muy pequeña, y no tenía un recuerdo claro…y tercero, quería un destino que me permitiera relajarme…con este viaje no pretendía otra cosa más que respirar, salir de la rutina y despejar la mente, que la verdad, me hacía muchísima falta, así que elegí en cierta medida, un destino en el que me sintiera un poco como en casa, sin la necesidad de fundir la ciudad e ir a tope, porque al final, es algo semi-conocido, y es que, no os lo he dicho nunca, pero soy medio Portuguesa…sí, mi abuelo era Portugues y mi madre es Ayamontina, por lo tanto, Portugal, es como mi segunda casa, de hecho, paso parte de mis veranos allí, por lo tanto, sus paisajes, sus costumbres, sus ciudades, sus comidas, sus olores…para mí todo es sumamente familiar, ya que me he criado con ello…fijaros que curioso, que cuando le propuse al Rubio llevar un detallito para nuestras madres, me miró con cara de extrañado y me dijo “¿¿de Portugal??”…jajaja y es que es como llevar un recuerdo a tu madre de su propio pueblo, así que bueno, hecha un poco la entradilla, y pidiendo disculpas de primeras, por el descontrol fotográfico que vais a ver (ya que para nada pensé en hacer este post, ni muchísimo menos publicar las fotos, por lo tanto son fotos, ahí, tiradas a lo loco sin que lleven un orden lógico, ni cuenten una historia) vamos al lío.
Bueno, empecemos por el alojamiento; yo cada vez soy más fan de los apartamentos, supongo que propiciado por mi economía «lowcost», (a todo el mundo le gusta un hotelazo) pero si es verdad, que me siento como más libre y más en casa, así que optamos por un apartamento de Airbnb. Estaba genial, super bonito, limpio y cercano al centro, y lo más importante, super bien de precio. El anfitrión fue super amable y atento en todo momento, así que, el alojamiento lo consideramos todo un acierto. Aquí os dejo el link, por si os interesa.
Llegamos el jueves, y ese primer día, quise tomármelo de relax total, de hecho, ni me llevé la cámara, porque al final, llevármela significa sucumbir al estrés del síndrome del fotógrafo, que es ansiedad máxima al despegarte la cámara del ojo, porque piensas que en ese momento, te vas a perder la foto de tu vida…sí, es absurdo, pero pasa, así que la verdad, es que estaba hasta el moño de esa sensación, y me apetecía pasear con el Rubio, tranquila, charlando un poco y descubriendo nuevos sitios, sin pensar en qué foto podría sacar de ellos…tan sólo mirando y observado…así que nos fuimos paseando hasta el centro (La Baixa) que desde el apartamento estaba a unos 15 minutos caminando despacito. (¿¿¿soy la única que ya no puede decir esta palabra sin tararear la maldita canción???)
Paseando paseando, llegamos al cogollo del asunto, a la Praça Dom Pedro IV más comúnmente conocida como Praça del Rossio, centro neurálgico de la ciudad y del barrio de La Baixa, el barrio más céntrico e importante de Lisboa. Como ya os he dicho, éste era un día de relax, así que paseamos por las calles aledañas, llenas de vida, comercios y zonas donde comer…y así, poco a poco, y tratando de no picar en las miles de tiendas preciosas que había, llegamos a Praça do Comercio, atravesando el Arco Triunfal da Rua Augusta. Allí, acabamos sentados disfrutando de las vistas del Tajo…se estaba genial, una temperatura ideal y la luz del atardecer hizo que nos quedaremos un buen rato disfrutando del lugar y de la agradable temperatura. Volvimos a casa caminando, no sin antes, hacer una paradita para un café, y para comprar algunos víveres para tenerlos en el apartamento.
Después de la ducha, y ya con las pantuflas puestas, me puse a organizar el recorrido del día siguiente (aquí queda plasmada la inexistente planificación de este viaje), decantándonos por visitar el Barrio Alto. Este barrio está colindando con la zona en la que estuvimos el primer día, de hecho en Lisboa, prácticamente está todo junto, lo único, que es recomendable organizar el paseo, para evitar andar como pollo descabezado sin saber a donde ir, o repetir lugares tontamente, ya que sus calles no son precisamente «cómodas» de recorrer…si quieres una sesión intensiva y gratuita de fortalecimiento de piernas y gluteos, Lisboa es tu ciudad.
De hecho, algunos de los tranvías, solo están operativos unas horas al día, y su función es, previo pago, subir y bajar la cuesta…he de reconocer, que en un determinado momento, incluso me lo plantee, porque claro, 9 horas diarias sentada, no es precisamente el mejor entrenamiento para Lisboa, pero bueno, finalmente salí airosa.
Pasear por este barrio es una gozada, sus calles, sus fachadas, los tranvías…
…caminamos hasta el mirador de Santa Catarina donde, hicimos un descansito, para después ir a la Plaza Largo do Carmo en el que tomamos el cafelito pertinente, y decidimos nuestra siguiente parada…el barrio de Belém. Y por qué este cambio de zona, así de manera tan drástica, pues porque una de las pocas cosa que he llevado organizado a este viaje, ha sido la contratación de un guía turístico…sí, con los años el espíritu libre se me ha relajado un poco, y me interesa mucho más conocer las ciudades a fondo, además, desde que junto a mis @photographersontheroad descubrí Salamanca con una magnífica guía, ya l@s necesito siempre, en mi vida viajera. Entonces, justo al día siguiente, es decir, el Sábado, una guía nos iba a enseñar a fondo La Baixa, Chiado y la Alfama, por lo tanto, repetir destino era tontería, así que, para Belém que nos fuimos.
En esta zona, me vais a perdonar, pero hice un nuevo descanso camaril…debo de ser una fotógrafa horrible, pero después de una mañana agotadora, pateándome esas calles con inclinaciones imposibles y con una temperatura veraniega, mi cuerpo y mente necesitaban un descanso, así que, nos limitamos a pasear y deleitarnos con las vistas. El Monumento a los Descubrimientos homenaje a los descubridores y navegantes portugueses, el Monasterio de los Jerónimos, y la Torre de Belem, son paradas obligatorias en esta zona. Después de la visita turística, tocaba parada para comer, y bueno, aunque para mí la comida Portuguesa no tiene secretos, tengo una mini-manía, que es comer lo típico allí donde vaya..aunque en este caso estuviera harta de comerlo, es mi tradición milenaria y tengo que hacerlo, jajaja…así que en esta ocasión, me decanté por un arroz con marisco (delicioso por cierto) en Belem 2 a 8 y, como no, en la sobremesa decidimos nuestro siguiente destino, que sería, el Parque das Nações.
Aquí voy a hacer un inciso del tipo «mundo rosa», con respecto al Rubio y yo en los viajes. Aunque nos compenetramos a la perfección, no somos precisamente parecidos en nada, de hecho, el Rubio pertenece a la rama de ciencias puras y yo a la de letras puras…él es de biología, física y química, y yo de latín, griego e historia del arte…a mí me pirra la historia, las iglesias y las ciudades en ruinas y a él la naturaleza, por lo tanto, en nuestros viajes, aunque tiendo mayoritariamente, a que el disfrute sea para mí, jajaja (porque el que parte y reparte se lleva la mejor parte), en la medida de lo posible, trato de que haya algo que le vaya a gustar a él, aunque cuando vamos a sitios como Mérida , la lleva muerta, y me pregunta con cara de gatito de Shrek, «¿¿cuando vamos a dejar de ver piedras??»…así que bueno, esta nueva parada, era la ideal para el disfrute del apasionado de la naturaleza. El Parque das Nações fue construido para la Expo del 98, y la verdad, es como estar en otro mundo…me sentí como si entrara en Futurama…era todo taaaan moderno, y más comparándolo con el sitio del que veníamos. Allí, nuestra parada principal, sería el Oceanario y deciros, que allí sí que sí, el Rubio disfrutó como un niño chico…y para que engañarnos, yo también…me hubiera quedado una vida entera, mirando estas enormes peceras…
…y el Rubio, ni te cuento.
y que ilusión ver a Nemo, oye…
y morí de amor con las nutrias.
Después de nuestra visita más natural, dimos un paseo por el precioso Passeio das Tágides, con unas vistas del Tajo impresionantes, haciendo la pertinente parada en este maravilloso lugar, para mi cafelito.
Ya sólo nos quedaba volver a nuestros aposentos, para coger fuerzas para el día siguiente, día en el que, como os acordaréis, nos esperaba nuestra maravillosa guía…
…continuará…
6 Comentarios
Hola Lucia, me ha encantado tu post como siempre desde que te leo, que ya hace tiempo…Lisboa es uno de mis destinos pendientes y seguro que el dia que decida ir, volveré a releerlo y disfrutar del viaje con tu ayuda…
Un beso guapa, y que sepas que por el mundo 2.0 ya te extrañabamos…bienvenida de nuevo!
Bella, me ha encantado, como siempre tienes tanto arte para la foto Como para escribir, te pareces a una rubia que se yo Jejeje.
La foto de las vespa parece que las habían puesto ahí adrede no?? Me apunto el dato del apartamento y de todos los lugares que visteis.
No te vuelvas a ir y nos abandones tanto tiempo plissssss
Besote
Vamos a visitar Lisboa y Oporto este verano. I can’t wait al próximo post con el continuará… Gracias por tanto detalle, me vienen de lujo, y oye… que no había pensado en lo del guía e igual me animo, que buena idea. Repito, gracias. Ahhh…. y que qué ilusión tenerte por aquí de nuevo 😉
Hola Lucía, bienvenida de nuevo!! Siempre es agradable leerte y ver tus fotografías… Gracias por compartir tu viaje aquí. Yo aún no comozco Portugal así que me guardo la información para cuando llegue el momento. También me ha parecido buena la idea de tener un guía, así que me quedo esperando la segunda parte!
Un abrazo!
Precioso como tú
Buenas Lucia! Muy interesante post y muy bonitas tus fotografías.
Yo opino como tú, antes era de los que cogía la mochila y me iba a la aventura, viendo libremente lo que me interesaba pero ahora soy de los que prefiere empaparse bien de la ciudad, así que, nosotros elegimos también un free tour por la ciudad y fue una opción que nunca había sopesado pero de las mas enriquecedoras. Lisboa es estupenda y deja con las ganas de volver a visitarla.
Por cierto por si os interesa el tour que realizamos aquí os lo dejo http://whiteumbrellatours.com/lisbon-tours/free-tour-lisboa/?lang=es
Muchas gracias por contarnos tu experiencia.
Saludos!