21 días de alegría – Parte I

¿¡¿Como van esos 21 días de alegría?!? Hoy no os podréis quejar ¿¡¿eh?!? ¡¡¡Doble celebración!!! Día del Trabajo… ¡¡¡ que leche!!!… más bien, Día del Trabajador, y lo que es más especial aún…¡¡el Día de la Madre!!!

Desde luego, viene al pelo porque ¿¿ conocéis a alguien más trabajadora que una madre?? Creo que no…y que no se me ofendan los papis, que también tenéis lo vuestro, pero lo que hace una madre…

…¿¿y algo que produzca más alegría que celebrar su día??…creo que tampoco, porque si hay alguien en el mundo, que se merezca una celebración, son ellas, sin duda…

Simplemente, con llevarnos en su vientre, soportar la retención de líquidos, el aumento de peso, los tobillos como elefantes, los ardores, el no poder dormir boca abajo…o no poder dormir directamente…los vómitos, las patadas…y al final, darnos la vida, ya tienen ganado el Premio Especial a la Abnegación Total…así que, madres del mundo…

!!!Muchas felicidades!!!

Hoy los caballeros me van a permitir que hable en femenino, porque el día va de hijas, madres y abuelas…a celebrarlo toca, que las homenajeadas, se lo merecen todo.

Pero aunque todas seáis geniales y maravillosas, obviamente para mí, hay una que es única y especial…

…mi mami…

Aunque ella diga, que no nos parecemos en nada, y se pregunte siempre, de donde he sacado mi carácter, yo no me canso de decirle, que nos parecemos mucho más de lo que ella cree…quizás el parecido sea gracias a la genética, si no gracias, a lo que ella ha sabido dejar en mí.

Al intentar recopilar fotos, en la que apareciéramos mi madre y yo juntas, me las he visto y me las he deseado… entonces me he acordado de las múltiples conversaciones que tenemos por las redes sociales, con respecto al tema de la «fotógrafa ausente», y es que ella, era la que siempre estaba detrás de la cámara….me la imagino diciéndole a mi padre, «Luis hijo, sácame una foto que parece que no estoy» y mi padre, que sería nuestro #instagramhusband, pues… hacía lo que podía…claro está, la riña se la llevaría, con toda probabilidad, al revelar el carrete, y no como hacemos nosotras ahora, que protestamos en el momento, y les hacemos repetir hasta la saciedad, hasta dar con la tecla…bueno, o hasta que se nos acaba la paciencia, jajjjaja.

Cientos de álbumes míos y de mi hermana, y tan solo algunas fotos de ella…aunque parezca mentira, lo recuerdo…yo encima de una mesa, o jugando en mi alfombra…y ella en la distancia, detrás del objetivo…esperando en mí, ese gesto perfecto para fotografiar…podía llevarse horas, sin interceder lo más mínimo en la escena, y todo, para dejar fluir la naturalidad del momento. Verla a ella, me hace reafirmar mi creencia, de que la fotografía es una manera de mirar…y que eso no se estudia…se puede mejorar algo y tener muy buena técnica, pero la esencia, hay que llevarla dentro…

Siempre he dicho, que si mi madre rondara ahora mismo la treintena, sería fotógrafa, diseñadora gráfica, community manager y la blogger influencer mas top del mundo mundial, porque siempre ha rebosado creatividad y ganas de hacer cosas nuevas todos los días…sus ganas de aprender son infinitas.

Ahora, cuando me ve haciendo fotos, siempre me dice «hija, a ver si me enseñas»… ¿¿que te enseñe yo??…¿¿en serio?? enséñame tú, como dejar esa impronta sin ni tan siquiera darte cuenta…porque has sido tú, la que me ha enseñado a mirar…la que me ha enseñado que cualquier detalle es importante y que cualquier día merece un festejo… la que hace que el día de reyes todavía sea una fiesta en casa, la que nunca dice que no a nada, la que jamás se niega a seguir aprendiendo y a disfrutar de las cosas…en definitiva, la que me ha transmitido la alegría y la energía.

Y bueno, sé que no me tienes en cuenta lo mal hablada que soy, y mi falta de paciencia contigo…bueno, y con el mundo…sé que en el fondo, sabes que te quiero y te admiro…por cómo eres, y por lo que eres.

Gracias por sentarte conmigo y ayudarme con los dibujos, de los trabajos de cole, tú sabías que el dibujo no era mi fuerte…gracias por quedarte conmigo hasta que me quedaba dormida…gracias por tus noches en vela…gracias por meterme en todos los saraos, porque eso ha hecho que hoy me guste disfrutar de la vida…gracias por seguirme en todas mis ocurrencias, aunque eso significase coser hasta altas horas de la madrugada, hasta cuando estabas malita…gracias por hacer de tripas corazón, para dejarme volar…gracias por crear tradiciones y momentos para recordar…gracias por intentar entenderme…gracias por aguantar mi adolescencia y mis malos humores… gracias por adaptarte a todos mis cambios… gracias por dejar la evidencia gráfica de nuestras vidas, casi sin aparecer en ella…gracias en definitiva, por estar ahí, a pesar de todo.

Muchas felicidades MAMÁ…gracias por ser la mejor madre del mundo.

Bueno, y ahora…¡¡¡ a celebrarlo !!!…nos espera noche de pizzas…porque esto está muy bien, pero nada en el mundo, como un buen achuchón madrero.